Índice Glucémico de los carbohidratos (IG): Es un valor promedio medido en función de la capacidad que tiene un carbohidrato, de producir una determinada concentración de azúcar en la sangre.
Los carbohidratos se clasifican en los de alto IG (carbohidratos malos) y los de bajo IG (carbohidratos buenos) según sea la velocidad a la que cada carbohidrato de un determinado alimento ingerido libera glucosa en el torrente sanguíneo, la que es utilizada por el organismo para la obtención de energía.
En los tratamientos para control de la obesidad se recomiendan carbohidratos con menor disponibilidad inmediata de azúcares (carbohidratos buenos), ya que el organismo deberá recurrir a la utilización de la grasa almacenada para convertirla en glucosa y obtener energía. Además, algunos estudios sugieren que la utilización de carbohidratos de bajo IG mejoran los valores de colesterol y triglicéridos, así como también los niveles de la hormona insulina en la sangre.
Clasificación de alimentos según su Indice Glucémico:
La escala del índice glucémico va de 0 a 100. No existe IG para carnes, grasas, quesos, huevos y ensaladas porque estos alimentos contienen muy pocos carbohidratos o no contienen del todo. Según Maughan (2000), los alimentos ricos en carbohidratos se pueden clasificar en:
- Índice Glucémico Alto: cuando es mayor o igual que 70.
- Índice Glucémico Moderado: cuando se encuentra entre 55 y 70.
- Índice Glucémico Bajo: cuando es menor que 55
Una dieta con alimentos de bajo Índice Glucémico:
- Ayuda a los diabéticos a controlar mejor su glicemia.
- Disminuye las concentraciones sanguíneas de colesterol total y colesterol LDL o “colesterol malo”.
- Facilita el control del peso, ya que da una sensación de saciedad por más tiempo.
- “Los carbohidratos de alto índice glucémico pueden ocasionar problemas importantes en el control de la diabetes y en la formación de grasas”.